Sin embargo, para Caniggia, se trató de un "show grotesco" y un "espectáculo patético" que solo puede explicarse por un desequilibrio emocional de Nannis. Según aclaró, su presente no tiene nada que ver con el mundo de drogadicción y prostitución que dibujó su ex, ya que por el contrario, siempre mantuvo una vida "absolutamente transparente", sin ninguna "conducta objetable".

En un texto que difundió en sus cuentas oficiales, el Pájaro volvió a pedir que profesionales lleven a cabo una evaluación psiquiátrica de su exmujer para conocer "en qué curva emocional (Nannis) perdió la estabilidad que hace que se comporte de esta manera tan dolorosa".

"Quizás la pericia de quienes tienen el conocimiento necesario para estudiar la mente humana tengan la respuesta. Más allá de esto, yo seguiré siendo quien soy y haré lo que corresponde", cerró Caniggia.

"Este es un momento doloroso. Para mi y mis hijos y quiero suponer que para su madre tampoco debe ser grato esta clase de exposición y vergüenza que ella promueve. Mi vida ha sido siempre lo que es ahora. Absolutamente transparente. No tengo que ocultar ninguna conducta objetable. Lo mío ha sido siempre el trabajo, el ir de frente y el mismo perfil que voy a seguir manteniendo. Me duele el alma que un gran amor termine en este show grotesco del que no pienso formar parte. Quizás por eso creo necesario que a través de ayuda profesional se trate de establecer qué le ha pasado, en qué curva emocional acaso haya perdido la estabilidad psíquica que hace que se comporte de esta manera tan dolorosa para sus hijos y para mí. Es este un razonamiento que fluye del más elemental sentido común que por ello comparten las personas que me conocen y la conocen. Y es la conclusión a la que llegan las personas que desde afuera asisten a este espectáculo patético. Quizás la pericia de quienes tienen el conocimiento necesario para estudiar la mente humana tengan la respuesta. Más allá de esto, yo seguiré siendo quien soy y haré lo que corresponde"

En la entrevista con Susana, Nannis aseguró que llegó al país para "salvar a su marido de las drogas y la prostitución" y esa supuesta vida al límite fue el tema central de una extensa charla que reveló anécdotas jamás contadas del clan Caniggia. La botinera reconoció ser víctima de violencia de género y narró brutales episodios en los que el ex jugador, sumido en su adicción, ejerció su fuerza sin medir consecuencias.